La incomprensible Justicia que nos asiste
Cada día vemos noticias que nos ponen los pelos de punta.Asesinatos, incendios, accidentes, agresiones..........en fin, un marasmo de noticias que hace que al visitar un zoo no entendamos porque ningún "humano" tiene dedicada una jaúla para el solito. Otra forma de exponerlos a la visión pública son los programas, bien llamados, de corazón. Y digo "bien llamados" porque las personas que suelan ver este tipo de programas no creo que permanezcan mucho tiempo sin un "jamacuco" cardiaco.
Pero bueno, no nos desviemos del tema que estábamos hablando de la Justicia (debería haberla puesto en minúsculas pero los puristas de la ortografía no habrían entendido mi sarcasmo).
El comentario de hoy viene a colación por las extrañas sentencias emitidas a raiz de diferentes delitos contra la seguridad del tráfico.
A veces, observamos como a conductores cazados conduciendo bajo los efectos del alcohol, el juez de turno no lo considera delito, a otros se le impone una pena de un año y seis meses de prisión (que no cumplirá por carecer de antecedentes) por conducir bajo los efectos del alcohol y como resultado matar a otro inocente que circulaba correctamente.
Luego tenemos la noticia del energúmeno que circulaba a 260 km/h y el juez ventila el tema absolviendo al acusado de un delito de imprudencia temeraria.
También podríamos recordar la sentencia que condenaba a un Mosso d´Esquadra a 300 € por el atropello mortal de un motorista. Vale que el furgón policial iba de urgencia con las luces y las sirenas conectadas, que el finado conducía bajo los efectos del alcohol, etc, etc.
Pero yo me pregunto ¿Se le ha retirado el carné de conducir al Mosso?¿Cuántos puntos en su caso le han quitado?¿Por mucha indemnización que haya pagado la compañía de seguros, es normal que la multa al "homicida" quede resulta con 50.000 pesetas de las de antes?.
Podría poner infinidad de sentencias extrañas y contradictorias entre sí, pero me limito a poner estas como ejemplo.
De lo que estoy seguro después de leerlas es que hay justicia de primera y justicia de segunda. Apostaría un doblón de oro a que las sentencias absolutorias o con final "feliz" para los acusados, han sido provocadas por sus abogados defensores.
Me explico.
Queda meridianamente claro que quién se puede pagar un buen abogado que sepa todos los recovecos legales tiene muchas posibilidades, o bien de irse de rositas (en el caso de ser culpable), o bien que se atiendan sus alegaciones (en el caso de ser inocentes).
Pero como tengas la mala suerte de no poder pagarte un buen abogado, casi con toda certeza estarás entrando en una "ruleta rusa" más que en un juzgado.
Por eso la justicia debe ir en minúsculas.
No existe justicia cuando hace distinciones según el poder adquisitivo. Todo el mundo debería estar amparado por una defensa justa y eficaz y teniendo el actual sistema judicial no podemos hablar de equidad en el proceso.
Mucho me temo que seguiremos dando palos de ciego. Este más que un refrán es una metáfora. Metáfora del símbolo de la justicia.
Una señora que tiene tapados sus ojos por una venda. Lo de la balanza y la espada me lo reservo.
En fin, esto es lo que hay y así lo hemos contado (¿Porqué me suena esta expresión?).
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